El monocapa, una cruz.

El mortero monocapa es como esos hijos que quieres mucho pero, en cada etapa de su vida, llegas a preguntarte si alguna vez dejará de darte quebraderos de cabeza. Todas las inversiones fueron pocas para garantizar la fase de producción y hacer de el un producto con futuro. Ahora que está en sus hora bajas, más bajas proporcionalmente que cualquier otro producto de la construcción que ya es caer bajo, atender una presunta patología resulta una complicación más comercial que de producto.

 

El 70% del éxito de un monocapa está en manos del aplicador así que el fabricante expide el material y, en muchos casos, se encomienda al santo del pueblo para que todo transcurra por cauces normales. Soporte porte y clima son los puntos débiles de este producto hasta el punto que está siendo sustituido sistemáticamente por un revoco y pintura. Pocos aplicadores realmente capacitados y muchos sin la menor idea se puede decir ya que ha acabado con este producto.

En este caso concreto recibimos la llamada clásica por parte del cliente. El color no es el que elegimos en el catálogo. Que fuésemos a la hora de la siesta no fue una venganza, simple asunto de agenda y no estrategia pensada para pillar al cliente con la guardia baja. Palabrita del Niño Jesús.

Ante las preguntas de rigor:

1.- ¿Cuándo se aplicó?

2.- ¿Quién ha sido el aplicador?
3.- ¿Qué paramento había?
4.- Se aplicó puente de unión o regularizador de absorción?

Las respuestas fueron:

1.- A lo largo de tres días.

2.- Fulanito, le conocíamos, calidad razonable.
3.- a mitad bloque de hormigón y la otra mitad placa prefabricada de hormigón.
4.- En ambos paramentos se aplicó con rodillo un puente de unión en base látex.

 

 

Con la muestra patrón bastó esta vez para zanjar el asunto pues a los dos días de aplicación de un mortero monocapa raspado sobre puente de unión este no ha perdido toda la humedad por lo que, hasta el séptimo día, seguirá regularizándose el tono. Tema zanjado. El monocapa en el mercado también. Los productos nacen, crecen y mueren mientras por el camino te dan satisfaciones y problemas. Este más de los segundos que de los primeros.