Gato encerrado.

Algunas veces nuestro moncapa, y el de cualquier otro fabricante, es el responsable de una patología. Pocas, pero haberlas haylas. Como ya os contamos en la anterior entrada hay temas que nos hacen saltar de la silla y otros que, con cristina resignación, vamos ante la insistencia de nuestros compañeros del departamento comercial. Lo comprendemos, hay que responder ante los clientes por más que los indicios apunten a cualquier sitio menos al monocapa como responsable del desaguisado.

Esta vez fue una foto. Esta foto.

 


Con tales fisuras podíamos haber despachado el asunto con un informe escueto apuntando hacia el posible descubrimiento digno del Nobel de física si se llegaba a demostrar que esas fisuras eran propias de una película con 10mm cuya única función es el revestimiento y protección de un muro de los agentes atmosféricos. Pero la espectacularidad de de la imagen despertó nuestro interés por saber que “gato” había encerrado, porque haber “gato encerrado” tras ese monocapa no era materia de duda.


La conversación en obra derivó rápidamente a un auxilio más que al reproche. Entre todos los presentes aplicamos el sentido común y se optó por demoler completamente la fábrica sobre la que se aplicó nuestro Argorev Raspado Alabastro. Nos encontramos con una citara de ladrillo hueco doble junto al muro de hormigón que ya se intuía. El deterioro tan serio de esta citara marcaba la presencia sistemática de humedad, pero ¿de dónde?.

Al día siguiente nos mandaron esta otra foto. El “gato encerrado” había salido a la luz.

 

 

Increíble pero cierto, tras gastarse un dinero serio en el muro de sótano se realizó un recrecido con mampostería de ladrillo hueco doble para completar la alineación de una escalera. Ni cortos ni perezosos dejaron la tierra natural sujeta sólo por una citara de ladrillo hueco doble y rematada por una solera de hormigón para tapar el arma del “crimen”. La tierra estaba completamente húmeda por un sumidero cercano por lo que ya no había mucho más que buscar. La presión del agua sea en estado líquido o en vapor con las elevadas temperaturas es suficiente respuesta para explicar la situación.

 

Una vez saneada la zona el cliente optó por realizar una jardinera con medio pie de ladrillo perforado impermeablizada en su interior con Argotec Impermeable 300. La solución se completó con una junta entre la fábrica y el muro de hormigón, la aplicación de un puente de unión sobre el muro y el perforado para acabar aplicando de nuevo nuestro mortero monocapa Argorev Raspado Alabastro. Por supuesto se reparón también el sumidero. Por último, para igualar el tono entre los dos morteros que les separaba 5 años se aplicó un igualador.

 

Un mortero monocapa puede, afogararse, figurarse por pérdida excesiva de agua, puede destonificar, incluso presentar síntomas claros de exceso o falta de adherencia o proyectabilidad pero pocas veces “explosionar” al estilo de la primera foto. Para encontrar el "responsable" de una patología es fácil señalar al fabricante de cualquier producto pero eso no implica que deba serlo.

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