Edificación sostenible, futuro o presente.

 

Enlaces recomendados

 

www.biotectura.com

www.sostenibilidad-es.org

 

Si los sistemas constructivos basados en los materiales tradicionales -como la piedra, la madera o la tierra- y la utilización de la inercia térmica o las fuentes de energía renovables como proveedores de energía, eran ejemplos de uso de materiales en ciclo cerrado y de integración en los sistemas biosféricos locales, en la actualidad ni las técnicas de construcción ni los instrumentos para asegurar la habitabilidad en los edificios cumplen ya esas condiciones.

 

Por una parte, los materiales de construcción han abandonado su tradicional origen local para provenir de lugares cada vez más lejanos, y para ser producidos por procesos de transformación más ligados a la industria y alejados de la obra. La industria no sólo se ha convertido en el suministrador de los materiales de la edificación sino que, en una evolución paralela, las calidades que definen las prestaciones de los sistemas constructivos de los edificios, se han ido desplazando también desde la organización de los materiales adquirida en los procesos de obra hacia las propiedades físicas de los materiales adquiridas en los procesos industriales de conformación.

 

De ese modo, el control de la calidad técnica de los sistemas constructivos se ha desplazado de la obra hacia la industria, asumiéndose con ello los inconvenientes ambientales que el sistema técnico industrial ha producido y, debido a la enorme cantidad de materiales implicados en la edificación, erigiéndose en una de las actividades de mayor impacto.

 

Por otra parte, la habitabilidad que proporciona la edificación –y que es su principal utilidad- cada vez depende menos de estrategias de relación con el entorno inmediato para pasar a ser suministrada por sistemas mecánicos alimentados por energía comercial. Con ello, la edificación requiere un flujo continuado de recursos energéticos para proporcionar confort térmico, ventilación, movilidad, iluminación y otros tipos de servicios habitualmente asociados a la habitabilidad.

 

Ello ha generado tipologías de espacios nuevos –rascacielos o espacios habitables enterrados o ciegos respecto al exterior- así como la posibilidad de albergar densidades elevadas de público en volúmenes reducidos, pero a costa de una dependencia de unos recursos energéticos con un fuerte impacto ambiental asociado a causa –principalmente- de las emisiones que su uso genera.

La edificación se ha globalizado, ha cambiado la dependencia del entorno inmediato por la dependencia de recursos alejados en el espacio –y, como en el caso de los combustibles fósiles formados hace millones de años, en el tiempo- lo que ha ocasionado la homogeneización de la arquitectura en todo el planeta, en paralelo a la generalización de modos de vida similares en todo el mundo, y que se sustenta sobre un consumo exacerbado de recursos y su inevitable y simétrica emisión de residuos.

 

Al igual que en otras ramas de la producción, la sostenibilidad en edificación implica la reducción continuada de la generación de residuos, tendiendo hacia el cierre de los ciclos materiales. Eso es, regenerando los residuos para devolverles la cualidad de recursos y que permanezcan disponibles para las generaciones futuras en el marco de un medio libre de la amenaza de la contaminación.

 

Como consecuencia, el objetivo sostenibilista en el campo de la edificación debe ser el establecimiento de estrategias de obtención de la habitabilidad desde la consideración de la necesidad del cierre de los ciclos materiales implicados en ellas.

 

Para ello, la edificación sostenible debe dedicarse a trabajar en dos áreas. La primera -e inexcusable- es la definición de una habitabilidad compatible con la sostenibilidad, que no esté basada en un crecimiento continuado de las necesidades a satisfacer, y que asegure el acceso de todos a una habitabilidad socialmente aceptable.

 

La segunda área es la determinación de los flujos materiales implicados actualmente en la consecución de la habitabilidad hoy socialmente aceptada, su análisis respecto a la condición de cierre de ciclos materiales, el diseño de alternativas y, como tarea ineludible, la definición de estrategias para transformar nuestra edificación hacia la sostenibilidad.

 

El trabajo en esta área implica considerar la gestión de los ciclos materiales como el objetivo de una edificación sostenible y, con ello, la consideración de cuáles son los flujos materiales que circulan a través de los edificios, qué materiales se ven implicados, qué procesos los han generado y qué impactos ambientales están asociados a esos procesos, cuál es su destino tras su uso en la edificación y, finalmente, que estrategias existen para intervenir sobre esos flujos para conducirlos hacia el cierre de ciclos.

 

Este análisis de la edificación y de los usos que alberga, establece los aspectos determinantes en la sostenibilidad de las edificaciones y que están directamente relacionados con su metabolismo material:
- los materiales de construcción que constituyen el edificio,
- los proveedores de energía para mantener su habitabilidad y permitir los usos,
- el agua empleada para satisfacer las necesidades de los usuarios y sus actividades,
- y -por ser la edificación el primer escalón de la gestión de los residuos urbanos- los residuos que generan los productos de consumo en el edificio.

 

Los sistemas de evaluación de la sostenibilidad en edificación, las normativas existentes, la bibliografía, etc., pueden ser entendidos como acciones promovidas desde la necesidad de actuar sobre esos flujos materiales, reduciéndolos, disminuyendo su impacto, substituyéndolos por otros menos contaminantes o, directamente, proponiendo su substitución por estrategias de cierre de ciclos materiales.

 

El impulso del uso de reciclado, de materiales renovables, de recuperación de sistemas y materiales tradicionales, la eficiencia energética, el uso de fuentes de energía renovables, de captación de agua de lluvia, de reciclado de agua, etc., son acciones que afectan esos flujos y en la dirección apuntada anteriormente.

 

AUTOR
Albert Cuchí


UPC
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